EL ESPOLÓN DE CEFEO Y MICHELANGELO PANTALEONI

Autora: Beatriz Feijoo Oliva

Cartel creado por Ana María Cañadas

#EL ESPOLÓN DE CEFEO. ENTREVISTA A MICHELANGELO PANTALEONI

El equipo de investigadores del Centro de Astrobiología, liderado por Michelangelo Pantaleoni González, ha descubierto una nueva región en nuestra galaxia, el Espolón de Cefeo.

Gracias a los datos proporcionados por la misión espacial de la Agencia Espacial Europea, Gaia, han sido capaces de plasmar en un mapa las posiciones de las estrellas masivas azules, logrando el registro más preciso hasta el momento. Este hallazgo ha permitido que el grupo de científicos españoles descubriese esta nueva estructura en la Vía Láctea.

Michelangelo Pantaleoni ha conversado con nosotros para contarnos un poco más acerca de este hallazgo y el equipo que se encuentra detrás. 

 

El descubrimiento del Espolón de Cefeo ha estado en manos del Centro de Astrobiología.

¿Quiénes formáis el equipo de investigación?

MP: En el equipo estamos: mi supervisor, Jesús Maíz, que es un investigador del centro de astrobiología, y yo. Aunque hay otras personas que han ayudado en la investigación, como Rodolfo Barbá, un investigador de Chile – que se parecía a mi supervisor en muchos sentidos, solo que era el astrónomo equivalente en el hemisferio austral- y Cameron Reed, un físico nuclear de Michigan. Es una persona muy especial porque ha dedicado décadas a recopilar de la literatura científica todo lo que se sabía sobre las estrellas azules, que es el objeto de nuestra investigación.

 

Nos gustaría conocer algo más sobre ti.

¿Cómo ha conseguido alguien tan joven llegar a trabajar en un estudio tan importante?

MP: (Risas) Igual no soy tan joven como pensáis. Cuando estaba en segundo año de físicas me crucé con un cartel que presentaba unas becas para la Agencia Espacial Europea, lancé mi currículum, que estaba casi vacío, y resultó que me llamaron para una entrevista.

Aún no sé cómo a Jesús le gustó lo que dije en la entrevista, pero empezamos a trabajar juntos y, desde entonces, han sido cuatro años de trabajo en los que he ido compaginando una beca con otra. No he acabado el grado todavía, esencialmente por eso, porque la universidad no está diseñada para que una persona trabaje y estudie a la vez. En ese sentido creo que he tenido mucha ayuda a nivel económico por parte de mi familia para seguir en el grado, porque, si no, habría sido difícil que hubiera llegado hasta aquí. El trabajo me ha quitado mucho tiempo de estudio, pero espero poder acabar este año el grado.

 

¿Cómo ha sido tu experiencia en la Agencia Espacial Europea (ESA)?

MP: Dentro de la ESA he tenido muy buena experiencia, porque, además de trabajar en este proyecto de investigación, me lo he pasado muy bien. He aprendido mucho más en ella que en los primeros años de carrera, me he dado cuenta de todo lo que no nos enseñan para llegar a investigar. Además, he tenido la oportunidad de ir a observatorios astronómicos como el de Almería o el de La Palma, con los telescopios más importantes del mundo. Me he sentido muy reconocido, muy apoyado y siempre ha habido gente que me ha ayudado a corregir mis errores.

 

¿Cuánto tiempo lleváis investigando este proyecto? 

MP: Aunque el proyecto tiene sus orígenes en investigaciones que se hicieron en la década de los 80, nosotros llevamos cuatro años trabajando en ello, pero la parte intensa, realmente han sido los últimos dos años.

 

 

¿Cómo fue el proceso para descubrir esta nueva estructura en la Vía Láctea? 

MP: Mucho cálculo y mucha paciencia, realmente. La investigación ha tenido dos partes: la primera ha consistido en recopilar información de la literatura para reconstruir cuál era el estado del debate; y la segunda ha sido la más científica. He recopilado los datos de la misión espacial Gaia, que mide ciertos parámetros que nos permiten averiguar la distancia a las estrellas y, con esos datos, podemos construir un mapa en tres dimensiones.

 

¿Qué fue lo que sentisteis cuando descubristeis el Espolón de Cefeo? 

MP: Cuando salió a la luz le dije a Jesús: “Pero esto no es tan importante, esto lo ha debido ver alguien antes”, y él estaba convencido de que no. Menos mal que le hice caso porque, efectivamente, no lo había visto nadie.

Yo sí tuve un momento de locura (risas), porque nunca he vivido esto, evidentemente, y el hecho de descubrir algo ya es increíble, es un chute de adrenalina. Hay un momento en el que te das cuenta de que eres la primera persona en el mundo que se ha dado cuenta de esto. Y es muy bonito. Sientes una conexión muy íntima con la naturaleza porque has visto algo que nadie antes había podido ver y ahora se te ha revelado. Fue espectacular, es como una droga, estás persiguiendo todo el rato esa sensación.

Yo ya no quiero dejar de hacer ciencia. No sé si la vida me permitirá seguir con la investigación, pero quiero hacer esto el resto de mi vida, quiero volver a sentir esto tantas veces como se pueda, volver a ver la galaxia y a sentir mi lugar dentro de ella de una forma tan especial.

 

¿Qué novedad supone el descubrimiento del Espolón de Cefeo?

¿Abre las puertas a nuevas investigaciones?

MP: Mi supervisor me dijo varias veces que ya hablaríamos dentro de diez años en un bar tomándonos un café sobre los resultados de esto, porque, según él, va a tener mucha repercusión, en el sentido de que va a generar cierto debate en otros investigadores.

La existencia o no de estas estructuras nos dice cómo se forman las estrellas de nuestra galaxia y estos nuevos datos nos permiten avanzar ciertas hipótesis más generales sobre el tema.

 

¿Cómo es posible que nadie hubiese descubierto antes el Espolón de Cefeo? 

MP: No podía descubrirse porque no había ojos para ver la galaxia. Todo se lo debemos a la Agencia Espacial Europea. La sonda espacial Gaia ha supuesto un salto muy importante en la astrofísica. Los catálogos estelares han ido creciendo en número y precisión a lo largo de la historia de forma exponencial, hasta que llega Gaia. Dentro de unos años habrá liberado más datos y va a ser espectacular, nuestro mapa se va a ampliar.

 

¿Qué viene después?

¿Cuál es el siguiente paso en el proceso de investigación? 

MP: Hemos empezado a buscar más estrellas masivas azules de las que se conocen para poder ampliar el mapa. Eventualmente publicaremos un nuevo mapa y, cuando Gaia libere sus datos en 2024, nos desvelará más datos importantes.

Hay mucho por descubrir y esto no va a parar, en pocos años estamos cambiando totalmente la forma que teníamos de ver la galaxia.

 

Por último, ¿podrías dar algún consejo para futuros estudiantes? 

MP: Habrá gente que pensará que lo que he hecho yo no es una buena estrategia. He trabajado como una mula, he dejado horas y horas en ese trabajo y creo que habría sido imposible hacer lo que hemos hecho sin ese esfuerzo. Pero no es solo eso, también hay que saber defender el valor de tu trabajo, porque nadie lo va a hacer por ti. En ciencia ahora mismo hay dificultades económicas para llevar a cabo estas investigaciones y me parece importante que una sociedad que forma a personas que son muy valiosas y que luego lanza al mercado laboral, pueda garantizarles una vida digna.

 

En memoria de Rodolfo Barbá.

Rodolfo falleció en diciembre de 2021. «Si algo sabemos quienes nos dedicamos a esto es, que las estrellas que primero nos dejan, son más luminosas en vida.» Michelangelo Pantaleoni

 

E

Coordinadora: Noelia Pozo Heredero

EL ESPOLÓN DE CEFEO

¿Qué necesitas?